Surfeando desde el interior | El Diario Vasco

2022-09-02 21:08:49 By : Ms. Alice Liu

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Artesano. Aritz Tola con algunas de las tablas que está fabricando. :: FÉLIX MORQUECHO

Quería hacer surf y comenzó por el principio, en lugar de comprar una decidió fabricar su propia tabla. Así comenzó Aritz Tola, un joven eibarrés que a sus 26 años ya ha fabricado más de 200. Poliuretano, fibra de vidrio y resina de poliéster son los materiales con los que elabora sus tablas en Eibar, en el interior, pero con rápido destino a la costa.

«Al principio empecé a buscar información para saber cómo se hacían las tablas, consulté en internet y contacté con una empresa de Sopelana, Watsay, que me ha apoyado mucho» relata. La idea con la que comenzó a fabricar tablas de surf es la de convertir una afición en trabajo. De hecho, anteriormente había estudiado electrónica industrial en Armeria Eskola y diseño industrial en el IMH. «Y me viene bien, porque primero diseño las tablas en 3D con el ordenador» explica.

Sus estudios le llevaron a trabajar en el campo de la máquina-herramienta, pero vista la coyuntura económica por la que pasan las empresas de este sector ha encontrado un trabajo en su principal afición. Profundizando más aún, durante este curso Aritz Tola está realizando un posgrado sobre 'Marketing & management del surf y los deportes de deslizamiento' en Mondragon Unibertsitatea. «Son unos estudios que están enfocados a la gestión y el marketing. Dan las pautas para poner en marcha una empresa o integrarse en una que esté relacionada con este deporte» señala.

La seña de identidad de sus tablas está en un trabajo artesanal que abarca todo el proceso de fabricación, «hago yo todo. Lo que en una empresa hacen cuatro personas, yo lo hago de principio a fin». Así, cada una de las tablas que salen de sus manos lleva la firma del autor así como el número de serie y el nombre del propietario. La personalización es máxima ya que las tablas se realizan en función de la altura y el peso del usuario. «En función de eso hay un grosor diferente, una anchura distinta según unas medidas que se consideran las adecuadas» señala sobre unas tablas cuyo coste es de 280 euros en adelante, dependiendo de las características del modelo.

Tras el proceso de fabricación de la pieza en sí se encuentra el pintado o la ilustración de la tabla, donde cada uno puede dar rienda suelta a su imaginación. «La verdad es que la mayoría no pide nada especial, me dejan bastante libertad a la hora de pintar las tablas» señala Tola ante una gran sonrisa ilustrada en una tabla.

Dedicado a lo que le gusta

Dedicado a las tablas de surf, Aritz Tola encuentra ventajas respecto a otros trabajos. «El que se dedica a lo que le gusta es feliz. Me marco un horario que me deje tiempo para ir a coger olas y trato de sacarle provecho a este hobby» explica.

Pese a todo la crisis económica se nota y se dan también los casos de clientes que consultan el pago de su tabla de surf a plazos. «No es fácil porque para rentabilizar este trabajo hay que comprar cantidades bastante grandes de material, pero no me puedo quejar» señala añadiendo que internet sirve también de medio para el mercado de segunda mano, tanto en tablas como en otros materiales.